El intendente kirchnerita de Río Gallegos, Pablo Grasso, inauguró ayer en Caleta Olivia, un local partidario camuflado de Mercado Atlántico, al que denominó  “Centro de Información Turística”, ubicado en  Avenida San Martín N° 76.

Grasso en la inauguración expresó: “Esta casa no es solamente para averiguar donde podés ir a comer y a dormir, sino que no están solos, que vamos a estar todos juntos para tener una provincia mejor”. (¿?)

O sea, utilizó fondos públicos de Río Gallegos para que los propios caletenses y turistas sepan dónde ir a comer y dormir ?, cuando Caleta Olivia tiene desde sus comienzos Secretaría, Subsecretaría y locales destinados a Turismo. Es más, justo frente al local inaugurado por Grasso, se encuentra una Oficina de Turismo de Caleta Olivia, sita en Avenida San Martín y Güemes.

Ahora bien, inaugurar un local en una localidad donde no tiene pié político bajo la excusa de “información turística”, cuando Caleta Olivia tiene desde sus comienzos reparticiones, personal y locales destinados a Turismo, no tiene el más mínimo sentido, lo que deja a las claras que dicho local emana un fuerte olor a Unidad Básica más que a otra cosa. Basta ver las caras que estuvieron presentes, todos militantes y dirigentes del kirchnerismo. Hasta viajaron de Río Gallegos a Caleta Olivia funcionarios de la Municipalidad de Río Gallegos, ajenos al sector Turismo.

Es como que la Municipalidad de Caleta Olivia inaugure un local en Río Gallegos como “Centro de Deportes”, sería un despropósito. Es preferible – dentro de sus deberes y obligaciones – que Grasso destine los fondos que gasta en Caleta Olivia, para mejorar Río Gallegos, que buena falta le hace, donde gobernaron 35 años y tiene a la capital de la provincia con calles de tierra y barrios sin servicios; Lo más similar a estar viviendo como en una tribu africana de Burundi.

Además,  los vecinos galleguenses que pagan tasas e impuestos, lo hacen para ver mejoras en la ciudad y, en vez de ver volcado su dinero en obras en Río Gallegos, ven que el intendente Grasso, lo despilfarra absurdamente en un local en Caleta Olivia.

Dentro de todo éste delirio, nos encontramos hoy que el local inaugurado no tiene las habilitaciones comerciales correspondientes, habida cuenta que, existen una mezcla de rubros de los cuales no requirieron habilitaciones, entre ellos comestibles.-